El agua de clepsidra es venenosa, pero no para los inmortales, que la beben para intentar embriagarse. Ni el néctar ni la ambrosía les sirven ya de nada.
En cuanto al agua-de-Leteo, siempre fue un engaño. Las Sibilas la mezclaban y la servían en largos vasos de colores, y la bebíamos durante muchas horas todas las noches, y, sí, nos parecía que lo olvidábamos todo, que accedíamos a la gozosa poza de la aniquilación, pero era una simple borrachera, al día siguiente los recuerdos reaparecían en la resaca.
Nunca he probado el agua-de-clepsidra, me hubiera abrasado el esófago. Una vez
me cayó una gota en la piel: ardía durante los breves segundos que tardé en
secarla, en frotar la muñeca para calmar la comezón. No quiero ni imaginarme lo
que haría si me cayera en los ojos.
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