viernes, 19 de mayo de 2023

Tokyo

(Escribo en un hotel en Barcelona. Me sale esto. Lo transcribo. Es un viaje muy rápido, no me he traído el portátil. Escribir con el móvil me resulta muy pesado. Es un texto breve, no obstante. Sirve para dejar testimonio.)


Entonces yo solía pensar aún que nuestros cuerpos eran avenidas,

avenidas perpendiculares que se extendían por la Ciudad

y sólo se cruzaban una vez.

La multitud que pasaba por encima de nuestros cuerpos abrazados,

de nuestros cuerpos coincidentes en el espaciotiempo,

se apresuraba,

pues todos sabían que inevitablemente nos separaríamos

y ya no habría cruce,

habría a lo sumo un puente, o un túnel,

y luego nada,

y por eso llegaba cada vez más gente al cruce y sus pasos

se confundían con nuestras caricias,

y sus murmullos rimaban con nuestros besos.

Esas noches éramos Tokyo, amor,

esas noches volvíamos a ser Tokyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario